01/02/10
La ola de calor causa trastornos en el Subte
El Subte de Buenos Aires no está exento de los trastornos que provocan las altas temperaturas que se registran, desde hace por lo menos quince dias, en gran parte del país.
Desde Año Nuevo, y como todos los años, los trenes circulan según "frecuencias
de verano": el intervalo entre los trenes es mayor, con menos formaciones
circulando, por lo que se producenaglomeraciones de pasajeros en la hora
pico en época de altas temperaturas.En tiempos de la operación de Subterráneos
de Buenos Aires, en lugar de reducir las frecuencias se optaba por mantenerlas
pero con trenes con menos coches acoplados.A esta operatoria estival aplicada
por la concesionaria, destinada a ahorrar energía y reducir los costos de
explotación en una época en la que se supone que el Subte es poco utilizado,
se suman complicaciones estructurales de la red.La falta de ventilación
de túneles y estaciones, junto a motores que generan abundantes cantidades
de calor, son problemas clásicos de los subtes porteños.Durante décadas,
poco cuidadosas repavimentaciones de calles taparon de asfalto muchas rejillas
de ventilación.El caso más emblemático es el de la línea C, en donde Metrovías
logró reabrir algunas pero sin solucionar el problema definitivamente.En
la línea B, la estación Carlos Pellegrini es la más afectada: a su profundidad
se suma que no tiene ventilación que salga directamente a la calle sino
a las vías de la línea D.Además, la falta de higiene en tan concurrida estación
provoca olores desagradables, que pueden sentirse independientemente de
la temperatura.Este problema también es extensivo a los pasillos del nodo
9 de Julio y las estaciones 9 de Julio y Diagonal Norte.En esta última también
puede apreciarse agua estancada y grandes cantidades de basura entre las
vías.Líneas más superficiales y recientemente remodeladas, como la A, tampoco
logran evitar las altas temperaturas: a pesar de la existencia de ventilaciones
en los túneles cada 150 metros y la superficialidad de las estaciones, cuando
en la calle se registran temperaturas cercanas a los 35 grados, el viento
es un alivio prácticamente imperceptible.En lo que va del mes de enero,
y sobre todo desde que comenzó la ola de calor, se registró un fuerte descenso
en la cantidad de pasajeros que utilizan el Subte para desplazarse por Buenos
Aires.Si bien aún no existen cifras oficiales desde la concesionaria, varias
fuentes han señalado a este medio esa tendencia: cada vez más personas optan
por utilizar transportes de superficie dado que en el Subte suelen registrarse
niveles de temperatura y humedad superiores a los detectados en exteriores.Además,
trabajadores de los subterráneos comentaron que se producen cada vez más
desmayos producto de los factores hasta aquí desarrollados.Los conductores
de formaciones que poseen puertas delanteras en las cabinas (Mitsubishi
en la B, Nagoya en la C, GEE en la E y Siemens O&K en la H) las abren
para que circule un poco de viento en sus lugares de trabajo, ya de por
sí incómodos incluso cuando no se registran picos de calor como los actuales.Una
de las frecuentes demandas de los pasajeros, cuando son consultados sobre
las formas de mejorar el confort en sus viajes, es que se instalen equipos
de aire acondicionado en trenes o estaciones.Sin embargo, para que esto
pueda hacerse, primero tienen que realizarse ciertas reformas estructurales
en túneles y estaciones: apertura de nuevas rejillas de ventilación con
equipos extractores que puedan disipar rápidamente el calor despedido por
formaciones y equipos de aire; reforma de bóvedas en algunos tramos, en
donde los equipos de aire acondicionado podrían invadir el gálibo de los
trenes.En los años 30, la Compañía Hispano-Argentina de Obras Públicas y
Finanzas (CHADOPyF, operadora de las actuales líneas C, D y E) hizo instalar
equipos y conductos de ventilación forzada en las estaciones de su red.Aún
hoy pueden advertirse los huecos rectangulares en el bajo andén, tomas de
aire con elaboradas rejas de estilo español en los tímpanos de las estaciones
de la línea C y ventilas con rejillas Art Déco en las columnas de Retiro
y Constitución.Sin embargo, el sistema nunca fue utilizado debido a que
no arrojó los resultados esperados en las pruebas y la empresa no disponía
de los fondos necesarios para reformarlo.Caso contrario, las líneas C, D
y E serían lugares mucho más frescos.Metrovías instaló equipos en muy pocas
estaciones, pero no son suficientes.La situación en la línea C, tradicionalmente
conocida por los elevados niveles de ruido y calor que generaban sus coches
Siemens O&K, mejoró cuando estos trenes fueron reemplazados por los
actuales coches japoneses Nagoya.No obstante, no son suficientes en épocas
de elevadas temperaturas.Las líneas A y B no poseen sistemas de ventilación
forzada originales, aunque Metrovías instaló sistemas en algunas estaciones
de esta última que no alcanzan para ventilar una traza tan congestionada.La
línea H, en cambio, está preparada para que circulen trenes con aire acondicionado.Las
estaciones están equipadas con poderosos sistemas de ventilación forzada
a los que pueden colocárseles equipos de frío.Las ventilaciones de los túneles
tienen el espacio para que les instalen los extractores o generadores de
frío.Mientras los porteños padecen altas temparaturas en el Subte, a tal
punto que optan por transportes de superficie que tampoco tienen acondicionadores,
las autoridades siguen sin aportar los fondos para mejorar las condiciones
que soportan pasajeros y trabajadores de los subterráneos.